Lo primero que debemos puntualizar es que la filtración en un sistema mecánico que retendrá las partículas o sólidos en suspensión en el agua, es decir, es un proceso físico. Para los solidos disueltos tendremos que recurrir a otros sistemas de filtración por adsorción o membranas.

En este caso hablaremos de los sistemas de filtración para retención de partículas superiores a una micra.

Además de los datos básicos de caudal a filtrar y presión disponible a la entrada del filtro tenemos que conocer la carga de solidos suspensión (TSS) y la procedencia del fluido a filtrar.

Elementos como disponibilidad de energía, espacio para la instalación y si protege un sistema fundamental de la instalación (por si hubiera duplicar) serán de utilidad en la definición del equipo más conveniente. Por último, es muy importante saber que elementos queremos proteger posteriormente al filtro, así como conocer las legislaciones locales en caso de vertido.

Cuanta más información sobre el fluido a filtrar se disponga, más se afinará en la definición del sistema de filtración, el grado de filtración más adecuado para cada situación, ya sea de limpieza manual o automática.

Los sistemas de filtración física, sin entrar en explicaciones sobre el funcionamiento de los mismos, son:

Con la información previa se definirá el sistema más adecuado para la aplicación propuesta por el cliente y que en muchas ocasiones podrá ser la combinación de dos de los sistemas anteriores.

En conclusión, cuantos más datos se dispongan más fácil será confeccionar el sistema adecuado. En aplicaciones singulares muchas veces lo mejor es pilotar sobre una hipótesis previa para conseguir afinar mejor el resultado. Por experiencia, la mayoría de las veces, y sobre todo en aplicaciones novedosas, no existe mucha información por lo que se aconseja realizar esta prueba piloto. En general los sistemas de filtración son extrapolables de manera aritmética.

En Lama somos fabricantes de todos los sistemas de filtración mencionados, por lo que recomendaremos el que más se ajuste a las necesidades de nuestro cliente, en función de los parámetros anteriores. Además, los más de 70 años de experiencia y las 150.000 instalaciones repartidas por todo el mundo, nos permiten conocer casi todas las aplicaciones del mercado, aunque día tras día seguimos encontrándonos nuevos retos propuestos por nuestros clientes.